La sopa de tortuga
Dos personas van a cenar a un restaurante, y le piden al camarero de primero una sopa de tortuga. Pasa el tiempo y la sopa no llega. Intrigados, le preguntan al camarero por la sopa y este les responde:
- Verán, es que la tortuga se ha escondido en el caparazón y no hay forma de matarla.
Uno de los comensales se levanta diciendo:
- Quite, quite, que esto lo arreglo yo en un momento.
Se dirige a la cocina, coge la tortuga, se remanga un brazo de la chaqueta, y le mete un dedo por el culo. La tortuga pega un grito (creo que son mudas), y saca la cabeza. El tío, con el otro brazo le pega un golpe de karate en la nuca, y dice:
- Ve que fácil.
El chef esta soprendido, y le pregunta donde aprendió esta técnica, y le contesta:
- Es que yo soy el mayordomo de Pujol, y soy el encargado de ponerle las corbatas.